La sociedad, en la mayoría de las ocasiones, identifica al sector inmobiliario con la acción de comprar, alquilar o vender un inmueble. Con cualquiera de estas tres opciones el propietario pasa a ceder la “propiedad” del inmueble a cambio de una cuantía económica íntegra, o en su defecto, a cambio de una mensualidad establecida para el alquiler.