Vender la nuda propiedad es una operación más sencilla de lo que pueda parecer. Tú como propietario firmas la venta de tu inmueble con el nuevo inquilino, el comprador. La diferencia con una venta a lo uso reside en el hecho de que al vender tu nuda propiedad solo vendes la propiedad del piso, por lo que puedes permanecer en él de forma vitalicia, a no ser, que en un momento determinado consideres oportuno iniciar otra vida en un lugar diferente.